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domingo, noviembre 18, 2007

Desahogo de una tarde poco tranquila de noviembre

Lo acepto, para ciertas cosas soy muy intolerante y en la época de fin de año es dónde se pone a prueba mi paciencia.

Cuando llegué a vivir a donde vivo no eran muchas las casas, y la gente que vivía cerca nos conocimos y respetamos lo suficiente como para mantener el vecindario en un nivel de convivencia muy bueno... pero así como se fueron estrechando lazos entre los vecinos, se fueron vendiendo más lotes, construyendo más casas, vendiéndo las mismas o alquilándolas y ya no es lo que fue.

El modelo de convivencia se esfumó... los chiquitos que llegaron inocentes se fueron quedando sin familia, le sumaron otro hogar a su lista o un signo de pregunta, fueron creciendo y ahora, siendo adolescentes son lo peor... y sus padres presentes los defienden... vándalos escudados detrás de padres ignorantes y noviembre, diciembre y enero es época de bombardeo e irrespeto.

Ya están por salir de clases y ahorita, en este momento ya han reventado 10 bombetas detrás de mi casa... cuando consigan los cuartos de dinamita será peor, y hay de ellos si le tiran algo a mi perro porque no respondo.

La palabra respeto no existe en su vocabulario, y si fuera por las bombetas solamente, no importaría, el problema es la mala intención, ya son famosos, y todo el barrio empieza a prepararse para llamar a la policía para ver si se controla...

No quiero pensar en lo que serán de adultos... ¡Qué lástima!

1 comentario:

Victor EM dijo...

me gusta el blog... escribís muy chiva... seguiré pasando