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sábado, septiembre 22, 2012

encandilada con 27"

Ha llegado, y tiene su puesto.
Es como encontrar nuevamente ese cuartito que uno siempre quiso, donde uno simplemente se puede escapar, y ponés la música que hace rato no escuchás bajo las luces de una noche citadina que no encuentran a sus pares en esa habitación.
Las ventanas están abiertas, las cortinas también, la oscuridad es tu cómplice y cerrás los ojos, y cantás y soñás y te dejás llevar hasta que es tarde y algo te hace volver a la realidad...
Es un espacio donde están todos los materiales para probar esos hobbys que apenas empezás a explorar, y te llenan la cabeza de ideas a por mil.
Y se siente como cuando te comprás mucha ropa o zapatos por capricho, y sabe a sonrisas, cuando él canta  en la cocina, mientras ordena y te da tu tiempo :)

martes, septiembre 11, 2012

+

Ayer me enteré de que talvez los músculos del corazón podrían estar afectados por la infección de Sinusitis que tengo... auch...
Mientras tanto tuve que interrumpir el tratamiento con Antibióticos y estoy a la antigua en casita, con mucho té, mucho líquido, en búsqueda de paz y procurando tener paciencia.
Que difícil tener paciencia!
Que difícil buscar la paz cuando ideas idiotas rondan la cabeza!
Y bueno, lo que tengo que hacer es observarme, me dijeron. Si me vuelve a dar la reacción de ayer tengo que reportarla y seguro me mandan al cardiólogo.
Cómo putas pasan estas cosas???
Nunca antes me había enfermado así, nunca antes había durado tanto en curarme, nunca antes estuvo el corazón en medio.
Y a eso le sumamos lo que me cuesta confiar en los doctores aquí... a veces me da la impresión de que no le ponen atención a uno, que no se comunican entre sí cuando otro médico ha hecho algo con uno mientras ellos no estaban...
Será defecto de hija de médicos talvez.
Seré la única que tiene esta sensación con médicos en Alemania?

lunes, septiembre 10, 2012

Lista de cosas que hacen que uno se detenga

Literalmente serían:
  • Una barrera
  • Una cerca (que es una barrera)
  • Una calle sin salida (el final de la calle es la barrera)
  • Una vaca en el camino o cualquier otro animalito de la creacion (incluyendo locos chingos probablemente bien drogados) -ahh si, es otra barrera.
  • Un hueco en la calle enorrrrrrrrme (de alguna manera es una barrera :P )
  • Un policía en carretera (también una barrera pero mejor hacer caso, excepto si al final del discurso representa una barrera para nuestra billetera)
  • Un poste (de lo que sea) - generalmente no serían barreras, pero son de esos momentos cómicos para los demás y no tan cómicos para el que sufre por no poder seguir normalmente su camino.
Pero si nos vamos a lo menos literario..
  • La muerte de alguien cercano o que ha significado algo para nosotros
  • tener un accidente
  • saber un secreto impactante
  • enfermar seriamente
  • vivir una alergia a un medicamento
  • enfrentarse a una fobia o miedo
Alguna vez lo habran vivido, no?

domingo, septiembre 09, 2012

Buscando un perdón

A las 6 en punto de la mañana sonaba el Ave Maria por Radio Reloj; siempre tenia el radio a todo volumen y sin embargo nunca me molesto.
Usaba esos anteojos oscuros verde setenteros y tenia un porte como de gangster. Cada mañana desayunaba un huevo, su pinto con huevo y cafe. Se notaba que era el centro de las mañanas, nadie hablaba y el seguia escuchando las noticias en la radio mientras los otros le servian, ya lo dije: gangster.
Y sin embargo jugaba montones con nosotros. Su juego preferido era hacer de lagarto y perseguirnos a todos o regalarnos algo si lo acompañabamos a la licorera.
Dicen que yo era la niña de sus ojos. Y lo sabia. No era difícil ver que conmigo tenía atenciones especiales y a veces los caprichos de los demás tendían a sucumbir para que los míos se hicieran realidad. Lo sabía y ellos también lo sabían.
Supongo que no debió haber sido fácil tenernos viviendo tan largo. 300 km no se pueden hacer en un día luego de una cansadísima jornada de trabajo, porque trabajaba muchísimo.
Recuerdo las visitas en Nicoya. Un par de ellas fueron en Navidad, pero la mayoría, salvo el bautismo de mi hermano menor, siempre tuvieron alguna relación conmigo y entonces no entendía porque decía que se iba a conseguir una chola guanacasteca (estaba muy pequeña como para saber que era una bromilla retorcida falta de fundamentos) y volvía a ver a mi abuela y ella sólo reía, extraña, como acostumbrada a sus tonteras... también estuve presente cuando quiso, con un par de tragos adentro, subirse a una palmera para apear pipas para todos, no se, tenía antojo a agua de pipa. Pero bueno, la edad, el estado etílico y la idea descabellada desde el principio no supieron coordinar juntas y se cayó. Un par de puntadas en la cabeza le tuvieron que hacer y yo poco a poco le tomaba distancia, había algo que no entendía y me parecía peligroso.
Peligroso fue también tener un bar a 25 metros de la casa y llamarle al dueño amigo.
Y yo aprendí a actuar. Me hacía la dormida cuando llegaba de donde su amigo para que las buenas noches fueran más cortas y sólo lograra discutir con mis tías que le pedían que nos dejara dormir.
Pero no era que no lo quisiera, es que no me gustaba en lo que se transformaba... por eso, cuando me pidieron que hablara con él y le pidiera que por favor dejara el vicio, lo hice, y desde entonces cargo con una culpa terrible encima... porque me dio esperanzas, porque creo que a una niña de 10 años no debería de encaramarsele el título de salvadora cuando el asunto es tan serio y poco prometedor, porque, aunque me quería, ya eran demasiados años en esas...
Y pasó la primera comunión de dos de mis hermanos y estuvo tranquilo y lo disfruté, y la familia lo disfrutó como hacía tiempo no habían podido, me dio esperanzas, aunque habían pasado ya dos años de su promesa sin resultados positivos...
Pero fue un día y otro de tantos cayó con su vicio.
Pasó una semana en coma. Y cuando recibimos la noticia no fue necesario decir nada, mi mamá tenía lágrimas en los ojos y todos supimos que había pasado. Lloré, como nunca antes lo había hecho, me dolió tanto, pero tanto y me sentí tan impotente que no se por cuanto rato lloré. Nuestro gato lo percibió, probablemente, porque así sin más entró a mi cuarto y me ronroneó en la espalda mientras me masajeaba y me lamía.
Ese fue mi primer contacto directo con la muerte y desde entonces el procedimiento es el mismo: antes de que los bajen me acerco sola y pongo una rosa encima del ataúd, pero nunca nunca miro adentro. Ya se que la persona que fue no la voy a encontrar.
Ya han pasado muchísimos años de eso y sin embargo lo cargo conmigo muy vivamente. Supongo que, aunque lo racionalizo, no puedo evitar sentirme culpable por haber "fracasado" en la misión que se me dió al tener 10 o menos años...
Y sin embargo me quedan también otras imágenes en la cabeza.
Se que su vicio no era su persona, se que me quería muchísimo y se que le encantaba la canción Siboney con sabor a Sinfonola.