Buscar

miércoles, diciembre 07, 2011

tica-latina

Uno se siente más "tico" o más de su propia nacionalidad cuando está afuera, porque frente a los demás uno es el único que puede defender de donde viene.
Sin embargo, entrando en contacto con gente de mi propio país o de Latinoamérica afuera me he dado cuenta de algo. Soy una latina atípica.
He hecho cosas típicas de Costa Rica: salir a desfilar el 15 de setiembre en casi todos los puestos disponibles para la fecha, vestirse de campesina e incluso desfilar el 25 de julio en mis años en Nicoya, que me guste el gallopinto y la natilla (aunque no pueda comerla tanto), hablar arrastrando la "r" cuando me da la gana y también cantadito, apoyar a la Sele a condición de que juegue sin que uno pase vergüenza, seguir buscando un partido político que lo represente a uno para no sentirse un irresponsable cuando hay que ir a votar; intentar manejar en un país de locos en las carreteras; visitar los parques nacionales, comer por lo menos un tamal en diciembre y añorar los vientos alicios, la playa, la montaña, y las saliditas en cualquier momento.
Sin embargo, resulta que soy rara.
Nunca me sentí que pertenecía a un lugar específico, como típica latina que extraña terriblemente su país, sino que pertenecía a una familiota y que tenía amigos y probablemente eso me ha ayudado a emigrar.
En mi casa siempre se comió hipersaludable, cosa que, aparentemente no pasa en la mayoría de hogares.
Mi gusto de vestir nunca lo pude complacer allá por falta de opciones; tampoco me llamaría fiestera, más bien calmada, con una que otra salidita de refresque.
Me gusta bailar, pero no que la gente lo vea como una obligación. De hecho estuve en clases de baile y me encontré con casos que nunca encontraron una salvación a los ritmos, no entendían la música, aunque la disfrutaran, y si no se entiende (por lo menos el ritmo) no se puede bailar.
Se que resulta más fácil buscar otros latinos para adaptarse más rápido a la vida en un país extranjero, siendo latino, digo. Pero salvo un par de grandes amigas, no lo he querido hacer. Es que ¿es eso realmente adaptarse? ¿o es simplemente una excusa para no querer hacerlo?
La observación general de alemanes es esta: los grupos de amigos latinos son cerrados, uno cree que ha logrado entablar una amistad con ellos porque parecen todos amables, pero luego se entera de que lo han estado criticando a uno siempre de espaldas, ¿porqué pasa eso?
Yo nunca encuentro una respuesta cuando me preguntan eso, y creo que eso me hace también no querer pertenecer a un grupo de estos... de todas maneras es probable que, también para ellos, sea simplemente extraña.
Supongo que eso se debe también un poco a ignorancia, falta de respeto por otras opiniones, tomar por sentado que existe una única manera de ser latino o tico y que, como consecuencia, las reglas de un grupo así deberían de estar escritas en las venas de todo latinoamericano...
A diferencia de la mayoría de gente latina que he conocido, a mí me gusta Alemania, me caen bien los alemanes y me veo viviendo aquí feliz y contenta. Y creo que seguiré con esa mala costumbre contra los deseos de la raza, total, he notado que los que vamos contracorriente estamos más felices :D

miércoles, noviembre 30, 2011

paz

Como parte del proceso de adaptación y la idea de quedarse a vivir aquí, asentar raíces y ser útil a la sociedad (de nuevo) llevo el trámite de la licencia de conducir en Alemania desde hace un par de meses.
No se trata exactamente de hacer todo de 0, porque ya yo tengo una licencia de conducir de Costa Rica, pero es como si lo fuera, porque, luego de haberla sacado allá, no la usé demasiado como para decir que tengo experiencia en carreteras. Siendo sincera, me daba pánico manejar en Costa Rica, prefería darle el estrés y la responsabilidad a los conductores de taxi o de bus.
Pero bueno, el "Umschreibung" de la licencia me obliga a hacer los dos exámenes: el teórico y el práctico de nuevo.
Tuve el exámen teórico la semana pasada, el lunes, y lo pasé sin un sólo error. Advierto que esto no es rajar porque para esto tuve que ponerme las pilas y estudiar y estudiar y trabajar y traducir durante más o menos 2 meses, haciendo preguntas todos los días, porque se me ocurrió hacerlo en alemán.
Si uno hace eso no es difícil, ya que las preguntas con las que uno practica son las preguntas del examen (en total unas mil) sólo que dependerá de mucha suerte cuales son las treinta que le toquen a uno.
Me gané una rosa roja por ese logro y todavía está viva en el florero encima de la mesa. 
Pero empezaron las clases de manejo y yo aún no logro quitarme el miedo, no se que es el asunto. Pareciera que tuviera miedo de decepcionarme a mí misma, pero sobretodo al que tanto me ha apoyado. Y para colmo, a pesar de que el instructor dice que voy mejorando, hoy fue un mal día, desde mi punto de vista.
No creo en la sabiduría de echarle la culpa a haber dormido mal, o a que me siento un poco enferma hoy... es repetir los mismos errores por los cuales no quise seguir manejando en Costa Rica y no ver realmente ese avance. Es sentirme simple y sencillamente que hoy no fue mi día en ese sentido y, de alguna manera no motiva.
Ya sé, es algo mecánico, pero lamentablemente tengo la tendencia a pensar demasiado... 
Quisiera saber si existen un par de palabras que pudieran darme paz, a ver si esta vez sí lo logro... 

sábado, noviembre 05, 2011

la cuerda

Si no fuera por esas vibraciones en el estómago, en ese preciso momento en que una chispa se enciende, probablemente no sabría lo que es dejarse ir.
Pero luego, cierro los ojos, río un rato, y mi cuerpo tendido en la cama no aguanta tantas horas en esa posición... ¿qué le pasa a mi cuerpo?
Se queja.
Eso es un hecho innegable.
Se queja porque antes no le puse atención y ahora soy "supermóvil" y no, no es ningún super poder.
Se queja porque adentro hay tormentas y se caen montañas y me aferro a una cuerda que inexplicablemente sigue atada al cielo y tira, porque no me quiere dejar ir ni me va a dejar ir.
Sin esa cuerda estaría perdida, porque hay pasado con y sin ataduras al mismo tiempo, un presente movedizo y un futuro que no logro amarrar todavía (por eso la cuerda).
A veces, en un descuido del cielo, me suelto de la cuerda y caigo, pero el cielo siempre se da cuenta a tiempo y hace una malla y me mece, mientras espera instrucciones.
Es una mala suerte, que los seres humanos no nacimos con un manual, porque parece que yo no conozco tan bien el producto como era de suponerse.
"Son alarmas" dice la gente como si yo no lo supiera. Y me peleo por cosas futiles y lloro por otras peor de futiles y después viene la sensación de culpa que pretende buscar el perdón, y que lo consigue, pero que, de todas maneras, no me abandona.
Ya se que el momento vendrá, en que la cuerda deje que yo toque el suelo y camine simplemente vestida con ella, en tierra firme, pero mientras tanto, el viaje al fondo es largo y a la cuerda le quedan todavía meses que soportar.
Si pudiera vivir uno sólo de esas vibraciones en el estómago...

miércoles, septiembre 14, 2011

soy - somos

Yo soy como la tierra de mi tierra... que siempre se está moviendo y cuando llega un terremoto llega; y cuando llega la época de lluvias a veces cae mucha agua y a veces muy poca.
No siempre soy predecible, a pesar de que la gente puede contar con que las lluvias y los temblores son normales por allá.
Pero también hay amaneceres y atardeceres desde una playa desierta o una nochecita para acurrucarse en la montaña, ojalá con luna y cielo estrellado.
La advertencia que deberíamos de tener es que, todos los que venimos de allí, somos un poco peligrosos, porque la pasión existe, pero no siempre se dirige correctamente, la boca a veces es más rápida que la mente, a veces somos demasiado cursis (hasta para nosotros) y otras veces hielo puro, aunque no nos caiga nieve.
Vale que existen los Copos, para endulzar un poquito el hielo y darse un gustillo que al rato nos calma también de las idioteces que se nos ocurren.
Así que receta para la Asamblea Legislativa: Copos para todos en raciones megafamiliares, por favor, a ver si nos organizamos y sacamos a Costa Rica adelante.

viernes, agosto 19, 2011

A veces se siente forzado.
Y las historias son tan increíblemente caóticas que al día siguiente, cuando todo está nuevamente en calma, de repente como que no calzan...
¿Quién sabe cuántas películas ha visto?
¿O porqué lo hace?

viernes, agosto 12, 2011

Mujer femenina o masculina?

Si me leyera mucha gente (mujeres en su mayoría) y estuviéramos en los tiempos de Jesús, de fijo me lapidarían por lo que voy a escribir a continuación, pero no me importa.

En Costa Rica pasó esto, entre otras cosas, en la visita del cardenal mexicano Francisco Robles Ortega, enviado del Papa como su representante, con motivo de la celebración del día de la Virgen de los Ángeles, patrona de Costa Rica.

Desde ahí todo ha sido un perfecto polvorín, porque muchos grupos de mujeres se sintieron indignadas con el punto de vista machista de la Iglesia católica. Entre el resaltar el papel natural de la mujer para quedarse en el hogar y criar a sus hijos y el llamado al recato, nadie sabía a donde quería tirar más.

Tengo que admitir que a mí lo que no me gustó tanto es la falta de visión con respecto al papel natural de la mujer de quedarse hogareña, porque, dejando de lado la visión machista, en realidad esto no es del todo realista, mucho menos en sociedades como la latinoamericana, donde la clase media lucha por no desaparecer y para ello es necesario que ambos padres trabajen, y la baja no tiene de otra, ya que en la mayoría se trata de hogares jefeados por mujeres, gracias a la "gran valentía" que demuestra a veces el género masculino.
(Más datos sobre pobreza, resumidos, aquí)

Pero la reacción ante las palabras sobre el recato ha sido una tremenda exageración.

A todas nos han enseñado, si tuvimos buenos padres, que existen modales, y que existe el respeto y un momento y un lugar para todo. Pero también en algún momento de la vida hemos visto a alguna que entra a cualquiera que sea el Templo con una culifalda o culishort y una tetiblusa... A ver, ya lo dije, hay un tiempo y un lugar para todo y, personalmente me parece fatal que alguien venga vestida al Templo de semejante manera...

Cuando algo así pasa, a los hombres se les van los ojos (en la cultura latinoamericana fácilmente) y a las mujeres las bilis... que se transforman en cuchicheos durante toooooda la ceremonia y al final, ¿de qué sirve?

Lo mismo para la susodicha desubicada. Es decir. La mujer tiene un cuerpo bonito, con curvas y sí, la belleza duele y para conservar esas curvas hay que trabajarlas. Todas hemos estado ahí, por los estándares de belleza que nos venden en la tele, pero tampoco para hacer publicidad en la Iglesia... no sean soberbias. Estar más cerca de como Dios las trajo al mundo, no las acerca más a él... sino mejor rezar en la ducha o mientras se hace "ejercicio".

Además, la Iglesia tampoco debería de ser una pasarela, o una carnicería, como quieran llamarlo.

Y bueno, volviendo al discurso de esta gente, al final de cuentas es que no es tan importante.

Es decir, ¿cuántas de todas las mujeres que reaccionaron violentamente ante las palabras son católicas practicantes? ¿Porqué les ofende tanto entonces? ¿Porqué le dan tanta importancia? ¿Creen de verdad que las palabras de alguien que representa una institución, como la Iglesia católica, van a generar un cambio tan grande que las va a afectar la integridad?

No, eso no es así. La importancia que tienen los discursos es proporcional a la atención y consecuente reacción que de ellos emanan, y ustedes, señoras, señoritas, sobrevaloraron el discurso.

Tenemos problemas más serios como género, no desperdiciemos tantas palabras de indignación, por algo tan banal. Fue un gatillo, lo sé, la bala es el machismo y la herida la historia, pero hacer de esta tontería un slogan me pone a llorar...

A ver, somos inteligentes, suspicaces, talentosas, multitask, pero no me quiten también mis razgos femeninos que van más allá de mis curvas.

Quiero amar, quiero ver lo bueno en los otros, me encanta cuando veo a otra feliz, ya sea sola o con pareja, del tipo que sea. También los sueños de nosotras son importantes, son más caóticos y a veces sin rumbo fijo, pero siempre encontramos o intentamos encontrar la manera de hacerlos.

Quiero hacer que el genero masculino también conozca su lado femenino y que respeten, que respeten a su madre, a sus hermanas y a todas las mujeres que les rodean. Que las amen.

Quiero que las mujeres se amen, se conozcan y trabajen por quererse cada día más, para irradiar en el mundo, a su pareja, a sus hijos, si desea tenerlos. Que nadie decida sobre lo que es decisión personal, pero que se le den las herramientas para que valore las opciones.

Quiero que se vuelva a enseñar el respeto en las casas... respeto a la vida, respeto a lo ajeno, respeto a la opinión de los demás, respeto a los mayores, respeto al propio cuerpo, respeto a la naturaleza... cuanto haríamos si recuperáramos eso...

Quiero que, si hay una vida de pareja se recuerden siempre de tratar de encontrar la mano del otro después de una tormenta... que los dos trabajen por esa pareja, hasta en tareas tan nimias como ver quien lava los platos.

Quiero libertad de pensamiento, de palabra y de hecho sin esperar con cierto temor a las reacciones, sólo porque yo soy diferente, y no coincido siempre, porque no tengo que coincidir siempre.

Es mi derecho.

De todas maneras, suerte en La marcha de las Putas

miércoles, agosto 10, 2011

Falta de sinceridad

Eso es lo que he tenido.
No quería escribir sobre esto porque, bajo la excusa de que si alguien no está en esto, no entiende, quería NO comunicar como es esto.
Sí, adaptarse a un nuevo país sin tener un norte individual es una MIERDA! Así de sencillo.
Es un nuevo idioma, una nueva cultura, que (como mínimo y gracias a Dios es occidental) es nueva y poca gente, demasiada poca a lo que estaba acostumbrada, son pocas relaciones familiares (y uno acaba entendiendo porqué, sin ofender a nadie) y es la convicción que tiene mi ahora marido, de que la categoría de "país de tercer mundo" económica para Costa Rica, debería aplicarse también para la capacidad de expresividad y comunicar sentimientos de los alemanes. * Aquí tengo que aclarar que Andi es una excepción terriblemente grande y también que las nuevas generaciones son más expresivas, gracias a la influencia cultural y probablemente a su propia necesidad humana.
Pero a veces me siento sola...
Andi es un amor, no se me malinterprete. Hasta se siente mal si tiene que dejarme sola y está siempre pendiente de mí y sabe que las idioteces que digo o como reacciono tienen que ver con esto que vivo... un cambio completo de casette... nadie sabe lo que es eso de verdad... hay que vivirlo para entender que a uno lo interpretan como un exagerado... pero es que de verdad nadie puede saberlo.
Hasta este momento nadie, absolutamente nadie, me había conocido tan oscura como Andi, ha visto lo peor que yo puedo ser y sin embargo se ha quedado a mi lado y se ha casado conmigo ( a este punto estoy a punto de llorar...)
Es tan difícil tener tantas pruebas de paciencia cuando uno mismo no sabe qué es lo que quiere...
Porque claro es que uno tiene que empezar a moverse para mantener la vida en movimiento, ¿no?
Pero ¿cómo empezar a moverse, en qué dirección?
Todas las puertas están abiertas ahora, ¿no? es un nuevo comienzo, un inicio, prácticamente, de carrera, de posibilidades... Pues no, se trata de seguir adelante, de conocerse mejor a uno mismo, y de decidir.
Horrible tener que decidir cuando uno está tan confundido.
Esa es la verdad.
Pero... ¿que tanto es válido el conocimiento que he ido acumulando? ¿Me irán a pagar alguna vez lo que merezco? (ese pensamiento duele sobremanera, porque yo he dejado hasta este momento, que siempre me paguen una miseria)
Es horrible..., no se de qué otra manera calificarlo.
Miedo, confusión, esperanzas y miedos otra vez... todo es parte de la misma cosa, y ahorita, de sentirme sola. Porque, lamentablemente, para sentirse sola, no hay que estar sola...
Y aquí me duele Andi... :'(
No merece eso :(

miércoles, mayo 25, 2011

Síndrome hijo de médico

Llevo enferma desde el martes de la semana pasada, lo que significa que son ya 9 días y no he ido al médico.

Hoy recibí un ultimatum de Andi, pero yo le pedí el día para ver que tal me iba. Si para mañana todavía sigo extraña, no me queda más que ir al doctor... y ya me puedo imaginar la regañada que me van a pegar...

yo: -Ich bin krank seit 10 Tagen
doctor: -Zehn Tage??? und warum sind Sie nicht vorher gekommen?
yo: -Weil ich gedacht habe, dass die Krankheit von alleine weggehen würde!
doctor: -$%&$#!#"&$&/%&(/%$&(#%&!!!!!
yo: (cara de pena)

Me podrán llamar cobarde, gallina, miedosa... pero creo sinceramente que soy un caso agudo del síndrome hijo de médico.

Me acostumbré tanto a que mis papás siempre estuvieran pendientes de la salud mía y de mis hermanos, que me cuesta admitir cuando necesito ir a un médico que no sean ellos, porque nunca tuve la necesidad, siempre estaban y solucionaban un pequeño problema que a los pocos centímetros tenía un pronóstico no muy bueno para unos días después.

Pero eso ya no es así y el primer encontronazo con esa realidad fue cuando viví en España. Fue la primera vez en mi vida que tuve calentura por más de 12 horas y también la primera vez que llegaba a una etapa tan avanzada de bronconeumonía que fui a dar a emergencias (a ver, fui caminando al hospital, que quedaba a 500 metros de mi casa, sólo que iba bien despacito y vestida como si estuviera en el polo norte)

Y aquí en Alemania sólo he ido por un dolor de cuello espantoso (me hicieron Acupuntura) y sólo he comprado un tipo de medicamento que no se asocia con dolencias... más no me parecía necesario, hasta ahora... creo que mañana voy a ver que me dicen.

¡Pero no me culpen! que soy el resultado de una vida cómoda :) (aunque probablemente los otros adjetivos anteriormente escritos, tampoco están tan largo de la realidad...)

jueves, abril 14, 2011

Corre corre


A las 6:28am tomé el tren hacia Munich. Tenía 4 meses de no hacer eso y nunca lo había hecho tan temprano, es la verdad.
Mi novio me había acompañado a la estación y habíamos comprado juntos 1 tiquete que sirve para ir y regresar y da derecho a usar todo transporte público dentro de la ciudad. Iba por mi matrícula en la Universidad.
Leyendo "La Metamorfosis" de Kafka se me pasaron minutos de minutos hasta que llegó el controlador. Allí me vino el punto desequilibrante del día: el tiquete no era válido sino a partir de las 9am y me exponía a una multa... pero yo no sabía y me aceptaron mi explicación.
Tenía que comprar otro tiquete allí mismo con el propio controlador pero la máquina no aceptó mi tarjeta... así que junté el dinero que llevaba y compré el tiquete... (otro para el metro tuvo que ser comprado después)
Llegando a Munich y ya en territorios de la Estación del Este me sentí extrañamente cómoda, en medio de tanta gente...
Creí haber olvidado las rutas del Metro, no fue así. Creí que me iba a sentir extraña, tampoco sucedió...
Ya en la Universidad, sabiendo que existía la posibilidad de que no pudiera concluir los trámites o que del todo no me dejaran iniciar el proceso, inicié el recorrido laberíntico planteado por los rótulos rojos que guiaban hasta la sala F007. Allí estaba ya una amiga adentro. Y yo?
Tuve que dar un rodeo.
De 8am a 10am era la matrícula, a partir de las 10am abrían una oficina que me tenía que hacer una declaración para la matrícula porque sí tenía un problema en medio de tanto documento. Hasta las 11am fue la oferta de una mujer para hacerme por aparte la matrícula.
Mi amiga tuvo también un problema (de hecho más serio que el mío porque justo en este momento va en un tren que se dirige a Italia) pero me acompañó hasta la oficina...
Estaba muy ventoso, muy oscuro y bastante frío.
Desde el resguardo observamos cómo la fila, frente a un compartimento metálico con puerta cerrada que luchaba por ganarse la denominación de "OFICINA", se iba haciendo cada vez más larga... había que estar allí, aún sin tener la certeza de cuando llegaría su inquilin@ temporal.
Hubo más viento, cayó granizo, y cada vez nos congelábamos más gente junta, la mayoría extranjeros.
La mujer del compartimento metálico llegó 15 minutos tarde y habían 5 personas antes que yo. Tenía 45 minutos para hacer el trámite y caminar de vuelta para matricularme...
Pero el punto desequilibrante llegó: mi caso era complejo, una contradicción legal, sobretodo a futuro, y ella tuvo que usar su teléfono y yo el mío... fueron 10 minutos o más, no lo se.
Sólo se que con los papeles en la mano, contra viento y granizo y a 10 minutos de ser las 11am mis esfuerzos estaban puestos en llegar donde la mujer que me podía matricular luego de las 10am.
11am: una yo sin aliento, frente a una puerta de madera gris completamente cerrada tocaba 1 vez, esperaba un momento y tocaba una vez...
-Seguro se fue -pensé y tomé mis cosas dispuesta a darme la vuelta y continuar mi día asimilando que tenía que regresar al día siguiente; pero de repente, la puerta se abrió y salió un chico 40 centímetros más alto que yo y me dijo que la mujer decía que le diera un momento.
¡No se había ido y me iba a atender!
La cosa más tranquilizante fue que dentro, lo primero que comentó curiosa fue: -¡Ah! usted tiene 29, bueno casi 29... Es que yo también nací en el 82 y ya los cumplí-
A partir de ese momento sabía que el asunto iba a terminar bien. No importó que no quisieran revisarme el título del tamaño más monstruoso, y por lo tanto incómodo, que había traído, o que al hacer 1 pregunta otra mujer fuera cortante conmigo, porque -"DAS GEHT DOCH NICHT!" (Eso no puede ser)-.
Lo logré, me matriculé, me defendí y conseguí lo que quería, conservando un estilo intachable de elegancia y dignidad en la pelea.

martes, abril 12, 2011

Prohibido mojarse


Desde la ventana veo llover...
"Afuera de seguro huele a tierra mojada" - pienso.
Y de repente me acuerdo que aún cuando la tierra mojada huele tan rico, en general le huía, porque "¡Cuidado se enferma!".
Todo es más caótico cuando llueve (sobretodo en las calles de Costa Rica) y el corre corre se volvía un hecho real histérico porque había que huírle al agua, aunque la misión sin sombrilla o paraguas fuese llanamente imposible.
Creo que lo que más me pegaba en ese momento era precisamente la prohibición a enfermarse, porque estaba realmente prohibido.
De carajillos, cuando uno estaba en la escuela estaba tan prohibido que el castigo número dos (porque enfermarse no es bonito) era que luego uno tenía que ponerse al día y entregar todas las tareas a tiempo, como si no hubiera faltado nunca y los viruses ya no estuvieran haciendo fiesta por dentro.
Después, en el Cole, la amenaza eran los famosos exámenes (sobretodo los de Bachillerato) -"Vea, cuídese, no se vaya a enfermar que ya vienen los exámenes y usted no puede faltar"
(faltar:no tener futuro::no tener futuro:¿cuál es su familia?)
Y ya el Non-Plus-Ultra de todo: trabajar... sobretodo en un medio de comunicación.
Ahí si es cierto que uno no tiene derecho a enfermarse, porque si uno falta es EL caos, porque nadie más que uno puede hacer las cosas que uno hace, porque... no les daba la gana contratar más gente... lo que -de vuelta al derecho a enfermarte- impedía doblemente enfermarse...
Un par de veces hice radio sin voz... suena paradójico ¿no? Pues es verdad. Lo máximo que conseguí, fue que me dejaran "hablar" sólo 2 veces por hora, cosa que, sumado al aire acondicionado no me devolvió la voz por una semana.
Y yo le huía a la lluvia y le huía al viento y le huía a todo lo que pudiera enfermarme, porque no tenía derecho... Y ¿saben que fue lo primero que hice apenas tuve chance después de renunciar? EMPAPARME DE PIES A CABEZA caminando lentamente por más de 1 kilómetro hasta llegar a la casa, donde todos me dijeron... ¡Ay Ana! Te vas a enfermar...
Pero yo tengo derecho, y también la lluvia tiene derecho a besarme la piel. He dicho.

miércoles, marzo 30, 2011

Búsqueda

Muchas noches y muchas horas entre océanos habían pasado, desde la última vez que se colocó frente al armario y no encontró nada que ponerse.
Esta vez, como aquella última, los colores no eran reales y las texturas quemaban la piel...
No había allí consuelo, valentía, motivación o un simple abrazo. Nada, estaba totalmente vacío.
Por eso salió a la calle desnudo a ver si encontraba algo de lo buscaba afuera.
Pero la gente no lo entendió.
Abrió un par de veces los brazos frente a un grupo de gente, a ver si alguien le daba un abrazo, pero todos lo vieron con cara de desaprobación y se tapaban los ojos, no fuera a ser que en algún momento saltara la erección, y frente a eso ¿cómo reaccionar?
Luego se paseo frente a las tiendas y buscó hacia adentro, quien le devolviera, aunque fuera con la mirada, una sonrisa, pero la gente decidió ignorarlo... Sin ropa no carga dinero, sin dinero no puede comprar, ¿acaso es importante?
Pero la espera valió la pena.
Hacía frío desde que había salido de casa; 3 horas después y por 30 segundos recibió un trocito de sol sobre el rostro. Así que cerró los ojos e imaginó el silencio.
En ese momento sintió algo que estaba en contacto con la piel de una de sus piernas y descubrió que también era piel... Abrió los ojos y vió un niño de unos 2 años que lo veía con curiosidad y le reía. Él le rió de vuelta y le acarició la cabeza desnuda...
Ya para ese momento no fueron importantes los gritos de la gente -especialmente de los padres-, o que llegara la policía y se lo llevaran por faltas a la moral o desorden público.
Le dieron una ropa gris horrible y una manta para que pasara la noche en la cárcel. Nadie envidiaría su ropa, pero probablemente su estado. Porque él durmió como nunca antes en su vida había dormido.