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miércoles, noviembre 30, 2011

paz

Como parte del proceso de adaptación y la idea de quedarse a vivir aquí, asentar raíces y ser útil a la sociedad (de nuevo) llevo el trámite de la licencia de conducir en Alemania desde hace un par de meses.
No se trata exactamente de hacer todo de 0, porque ya yo tengo una licencia de conducir de Costa Rica, pero es como si lo fuera, porque, luego de haberla sacado allá, no la usé demasiado como para decir que tengo experiencia en carreteras. Siendo sincera, me daba pánico manejar en Costa Rica, prefería darle el estrés y la responsabilidad a los conductores de taxi o de bus.
Pero bueno, el "Umschreibung" de la licencia me obliga a hacer los dos exámenes: el teórico y el práctico de nuevo.
Tuve el exámen teórico la semana pasada, el lunes, y lo pasé sin un sólo error. Advierto que esto no es rajar porque para esto tuve que ponerme las pilas y estudiar y estudiar y trabajar y traducir durante más o menos 2 meses, haciendo preguntas todos los días, porque se me ocurrió hacerlo en alemán.
Si uno hace eso no es difícil, ya que las preguntas con las que uno practica son las preguntas del examen (en total unas mil) sólo que dependerá de mucha suerte cuales son las treinta que le toquen a uno.
Me gané una rosa roja por ese logro y todavía está viva en el florero encima de la mesa. 
Pero empezaron las clases de manejo y yo aún no logro quitarme el miedo, no se que es el asunto. Pareciera que tuviera miedo de decepcionarme a mí misma, pero sobretodo al que tanto me ha apoyado. Y para colmo, a pesar de que el instructor dice que voy mejorando, hoy fue un mal día, desde mi punto de vista.
No creo en la sabiduría de echarle la culpa a haber dormido mal, o a que me siento un poco enferma hoy... es repetir los mismos errores por los cuales no quise seguir manejando en Costa Rica y no ver realmente ese avance. Es sentirme simple y sencillamente que hoy no fue mi día en ese sentido y, de alguna manera no motiva.
Ya sé, es algo mecánico, pero lamentablemente tengo la tendencia a pensar demasiado... 
Quisiera saber si existen un par de palabras que pudieran darme paz, a ver si esta vez sí lo logro... 

sábado, noviembre 05, 2011

la cuerda

Si no fuera por esas vibraciones en el estómago, en ese preciso momento en que una chispa se enciende, probablemente no sabría lo que es dejarse ir.
Pero luego, cierro los ojos, río un rato, y mi cuerpo tendido en la cama no aguanta tantas horas en esa posición... ¿qué le pasa a mi cuerpo?
Se queja.
Eso es un hecho innegable.
Se queja porque antes no le puse atención y ahora soy "supermóvil" y no, no es ningún super poder.
Se queja porque adentro hay tormentas y se caen montañas y me aferro a una cuerda que inexplicablemente sigue atada al cielo y tira, porque no me quiere dejar ir ni me va a dejar ir.
Sin esa cuerda estaría perdida, porque hay pasado con y sin ataduras al mismo tiempo, un presente movedizo y un futuro que no logro amarrar todavía (por eso la cuerda).
A veces, en un descuido del cielo, me suelto de la cuerda y caigo, pero el cielo siempre se da cuenta a tiempo y hace una malla y me mece, mientras espera instrucciones.
Es una mala suerte, que los seres humanos no nacimos con un manual, porque parece que yo no conozco tan bien el producto como era de suponerse.
"Son alarmas" dice la gente como si yo no lo supiera. Y me peleo por cosas futiles y lloro por otras peor de futiles y después viene la sensación de culpa que pretende buscar el perdón, y que lo consigue, pero que, de todas maneras, no me abandona.
Ya se que el momento vendrá, en que la cuerda deje que yo toque el suelo y camine simplemente vestida con ella, en tierra firme, pero mientras tanto, el viaje al fondo es largo y a la cuerda le quedan todavía meses que soportar.
Si pudiera vivir uno sólo de esas vibraciones en el estómago...