Hoy recibí un ultimatum de Andi, pero yo le pedí el día para ver que tal me iba. Si para mañana todavía sigo extraña, no me queda más que ir al doctor... y ya me puedo imaginar la regañada que me van a pegar...
yo: -Ich bin krank seit 10 Tagen
doctor: -Zehn Tage??? und warum sind Sie nicht vorher gekommen?
yo: -Weil ich gedacht habe, dass die Krankheit von alleine weggehen würde!
doctor: -$%&$#!#"&$&/%&(/%$&(#%&!!!!!
yo: (cara de pena)
Me podrán llamar cobarde, gallina, miedosa... pero creo sinceramente que soy un caso agudo del síndrome hijo de médico.
Me acostumbré tanto a que mis papás siempre estuvieran pendientes de la salud mía y de mis hermanos, que me cuesta admitir cuando necesito ir a un médico que no sean ellos, porque nunca tuve la necesidad, siempre estaban y solucionaban un pequeño problema que a los pocos centímetros tenía un pronóstico no muy bueno para unos días después.
Pero eso ya no es así y el primer encontronazo con esa realidad fue cuando viví en España. Fue la primera vez en mi vida que tuve calentura por más de 12 horas y también la primera vez que llegaba a una etapa tan avanzada de bronconeumonía que fui a dar a emergencias (a ver, fui caminando al hospital, que quedaba a 500 metros de mi casa, sólo que iba bien despacito y vestida como si estuviera en el polo norte)
Y aquí en Alemania sólo he ido por un dolor de cuello espantoso (me hicieron Acupuntura) y sólo he comprado un tipo de medicamento que no se asocia con dolencias... más no me parecía necesario, hasta ahora... creo que mañana voy a ver que me dicen.
¡Pero no me culpen! que soy el resultado de una vida cómoda :) (aunque probablemente los otros adjetivos anteriormente escritos, tampoco están tan largo de la realidad...)