Estaba con 2 amigas y 3 amigos en algún café europeo. Dentro de poco iríamos a un espectáculo teatral; algo completamente normal para aquellos ávidos viajeros de ciudades y ahnelos artísticos.
Yo te esperaba hasta el día siguiente pero tus intensiones de sorprenderme te ganaron a la prudencia.
Hacía más de un año que yo no veía una cara de mi tierra y esperaba con ansias el encuentro, a pesar de uno de mis amigos del café.
Doy otro sorbo de chocolate (sabes que no tomo café) y desde largo me haces la broma habitual para la situación.
Y ahí estas, y ahí estoy. Los dos de pie. El viento me mueve el pelo y tu bufanda. Sonreímos mutuamente con una complicidad ajena a cualquiera de los testigos.
Nunca los hice partícipes de la historia...
Y sabemos que esas sonrisas son puras y sinceras pero no aguanto tanto aire entre nosotros y corro a abrazarte. Nunca otros brazos ni otro torso me llenaron ni me cubrieron tan perfectamente...
Y sentí un beso en la frente mientras cerraba los ojos...
No fui al teatro y se te olvidó llamar para que supieran que habías llegado bien.
¿Adelanté los planes?
Inevitable.
Iba a pasar, era natural.
Lo estraño era que sabíamos que aquel momento no era la culminación de ese encuentro de vidas eternas...
Pero hubo luz...
Sí, obvio, era un sueño.
2 comentarios:
Anhelo + deseo = sueño
no fue y no es, no c si será pero no me puedo desvelar por eso... vivirlo, aunque fuera en sueño, fue exitoso... despertarme no me hizo gracia.
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