A veces se subestima la influencia que tienen otras personas sobre nosotros
sobretodo en sus acciones.
Es una mezcla de sorpresa, admiración y gratitud.
Pero en el fondo, si nosotros cedemos, es porque queríamos que alguien nos empujara a tomar una decisión que atentara con lo que decíamos.
A veces cuando abrazamos, logramos que alguien se quede.
La pregunta es ¿nos quedaremos nosotros para reaccionar ante lo que provocamos?
1 comentario:
Sabés... Nunca me lo había preguntado, y ha sido como... Como un golpe en la frente, y eso, me encanta.
Valioso, valioso.
Abrazo!
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