Abro los ojos, mi cuarto, teñido de fucsia, me saluda con estrellas sustitutas. Hace rato que el orden del mismo es determinado sólo por la academia, por tanto, pocos lo considerarían ordenado.
Quisiera que las cortinas fueran un poco más gruesas, para que cada minuto pasara inadvertido frente a mis ojos.
El descanso cura, y yo creo que estoy enferma.
Enferma físicamente y hueca internamente.
Esto último es la cortesía de una cadena interminable de pensamientos autocompasivos, de porqués y dóndes, de caras sin rostro y voces sin eco.
Al rato se acaba.
Si duermo, vuelvo a ser normal.
Hasta entonces. Buenas noches.
1 comentario:
Wenas Noxes!!!!!!!!!
No duerma mucho... que el mundo nos necesita despiertos..
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