Esta semana caí en la cuenta de 2 cosas, una buena y una mala, pero ambas, para ayudarme a madurar y a tomar mejores decisiones de ahora en adelante.
La buena:
Siempre he sentido que busco algo, a veces desesperada, a veces trankila. La mayor parte del tiempo soñadora, pero no sabía que era, aunque algo adentro me llame desde otro lado con una fuerza de volcán.
Ya supe que es.
La mala:
Me di cuenta de que he hecho cosas o, más bien, he dejado que pasen cosas sólo por complacer a segundas personas sin quererlo yo realmente... Y eso me llevó a otra cosa: si se supone que siempre he estado tratando de encontrar el camino que me guíe a la cosa buena... ¡¡¡QUE PERDIDA QUE HE ESTADO!!!
No he tenido el entusiasmo o la iniciativa de hacer mucho de lo que se me antoja, pero eso cambiará.
Siempre hay consecuencias, pero también hay momentos, pequeñas burbujas o paréntesis que no volveré a desperdiciar. Si quiero hacer algo, lo hago y ya, es hora de ser valiente y no sólo hacerme la valiente.
4 comentarios:
¿Acaso no es maravilloso el balance?
never give up!
Mandáte! Hace rato estás al borde, pensando si lanzarte o no. Persináte si querés, pero tiráte. Sos lo suficientemente liviana, y lo suficientemente fuerte. :)
Yo vería lo bueno, sí suelo hacerlo, pero fijate: ya te diste cuenta, ya caíste en lo que realmente vivís...cuántas personas pasan toda una vida sin hacerlo?
Adelante.
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