Pero c acabaron los ríos de calles y sin probar bocado en más de una semana tuvimos que correr... ¿el problema? ellos tenían carros y armas...
No puedo olvidar ver a D de espaldas corriendo delante mío y caer al pavimento y F que no me dejó detenerme porque había que escapar a como fuera...
Corrimos, corrimos y corrimos, jamás había aguantado tanto y estaba a punto de no poder más. F c dio cuenta y me empujó a la maleza, c quitó la sueta y me la puso en la boca para que respirara a través de eso y no hiciera bulla.
No entendí cómo no nos encontraron, supuse que también estaban preocupados por los daños de los piratas en el pueblo y por eso abandonaron la búsqueda.
Pero no, ellos nos llevaban una ventaja: era su isla y sabían los peligros que encerraba, nosotros sólo eramos los aventureros capturados que intentarían salir... por el acantilado ¿alguién habrá sobrevivido antes?
La altura era terrorífica y las piedras se deslizaban fácilmente hasta abajo y, sin embargo, parecía que alguien había intentado hacer un camino, pero estaba abandonado y nada seguro.
Intentamos bajar pero era más complicado de lo que parecía y F resbaló... todo permaneció en silenció aunque yo grité con todas las fuerzas que me permitieron mis pulmones.
CONTINUARÁ...
3 comentarios:
¡Hermosa metáfora! ¿Cuándo renunciamos?
P.D.: Perdón, no estoy de buenas...
Jajaja, que comentario el de Cris!
Ana: QUE MAS PASÓ!?
espero pronto la tercera parte!
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