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domingo, marzo 19, 2006

velocidad neuronal y cuestión de ¿destino?

Una idea se conecta con otra y ya tengo 20 posibilidades más maquinandose para tener 30 desarrollos diferentes y probablemente un centenar de desenlaces.

No puedo evitarlo, mi mente nunca está en blanco. Tal vez por eso nunca he intentado eso de la meditación, estoy casi convencida de que sería un fracaso. ¿Cómo pone la mente en blanco uno? como se baja el ritmo de sinapsis que el mismo cerebro se ha propuesto vencer en el próximo segundo... ¿será que yo no soy apta para la hipnosis?

Complicada, bicho raro y nerd sin quererlo...

Pero la gente se ha acostumbrado a que sea así. No tengo todas las respuestas correctas, pero siempre tengo respuestas.

Hace un rato, alguien que apenas me está empezando a conocer me reclamó mi silencio después de un comentario suyo. En ese momento dije que no era nada y él no me creyó.

Cierto, mentí... si estaba pensando en algo y no es sino después de 3 semanas que comprendo que el suspiro me delató.

Nunca diré cual fue mi pensamiento, pero me alegra saber que yo también me equivoco y por más ideas conectadas, posibilidades, estrategias, maquinación de neuronas, no todo depende de mí.

Esta vez, no he movido un dedo y ya me puedo burlar del suspiro... me siento con una calma extraña, cómoda, porque no requirió esfuerzo mental de mi parte.

4 comentarios:

Zauberlehrling dijo...

Necesitas yoga. La clave está en la repetición. Traté con una imagen o una frase. Repetir y repetir hasta que el cerebro se apague... Aunque, de todas formas, tendrás que regresar a la realidad. Así que mejor ahorrarse el intento...

K@ren_cr dijo...

Yo considero que todos podemos meditar, lo que ocurre, es que muchas veces en el tiempo en que podríamos estar ociosos, tranquilos, descanzando la mente, le damos vuelta hasta las cosas improductivas. (No lo tomen a mal,a mi me pasa a menudo).

Ideo, que he aprendido un poco más a descanzar y meditar, cuando el volumen de las cosas complicadas en mi cabeza, pide un desconectese, y no queda más que paz al cerebro, y silencio para descanzar (no siempre lo logro!)

Cristibel dijo...

Déjate caer...

Anónimo dijo...

No sos de mente que necesite yoga. Eso es para otros. Vos disfrutarías más y sería más provechoso si tomaras un instante a solas, remontada en el nada que ver con la ciudad (un bosque, una playa,un precipicio, un jardín o el propio Irazú) y hablaras libremente contigo misma y te terminaras de convencer de todo eso de lo que ya estás casi convencida. Es rico hablar a solas con uno mismo y a todo volumen porque al final logras importantes conclusiones.

Así como el mundo necesita de mentes pausadas y serenas, las necesita también ambiciosas, inquietas y descabelladas